Cuando uno va metiéndose poco a poco en el chino va dándose cuenta de una cosa: que la economía de palabras es un fenómeno tan inmenso como queramos hacerlo. Así es como no sólo por cantidad sino por significado, el chino recicla cientos de sus palabras más usadas en mil contextos y sólo por unirles otra palabra después. Una de ellas que más usan en el día a día es 想 (xiang). Está formado de dos simples caracteres, 心 (xin, "corazón","mente") y 相 (el que le da el sonido, que podemos ver por los radicales que es 木 , "árbol" y 目, "mirar", haciendo alusión a "observar" , y que está en la expresión 相照 (xiangzhao, "hacer una fotografía"). Así pues, significaría literalmente "observar con el corazón", pero en chino , curiosamente, corazón y mente pueden representarse con el mismo caracter (como si de lo mismo se tratara, diferencia muy clara con nosotros), así que también se puede entender como "observar con la mente", y es que este verbo significa "pensar en", "planear", "preparar", como si se tratase de pensar en el futuro (no es "pensar" de "opinar", que sería 觉得, juede). Puedes decir, si estás comprando, al vendedor "我想一想" (Wo xiang yi xiang, "me lo estoy pensando"). Pero, como hemos dicho, 想 hace también referencia al corazón, y es que si lo decimos con un nombre después, significa "echar de menos", como si observaras a alguien con el corazón, al mismo tiempo o no que con la mente.
Y es que me da que voy a 想 muchas cosas después de este verano. Y con ello, me refiero a todos los significados. Este miniviaje que me he hecho ha sido para ver en realidad, o eso llegué a pensar yo, si valía la pena o no ampliar los horizontes que en Europa tenemos ya bastante aumentados en cuanto a un posible futuro, un posible trabajo y una posible vida fuera de aquí. Muchos de nosotros obviamente pensamos que no sería tan descarado irnos a vivir a otro país como Francia, Italia, Inglaterra o Estados Unidos, al fin y al cabo, aunque tenemos costumbres algo distintas, la cultura es la misma en tantos aspectos, que cuando sales del continente llamado Occidente te das cuenta que hasta el más paleto de los australianos tiene más en común contigo que muchas de las personas que viven en China. Precisamente por esto, un futuro en un país tan lejano y diferente como China, es un tema muy inquietante y puede que complicado (y eso que yo poco a poco sé más de ellos, aunque sea sólo por al lengua, pero eso NUNCA es suficiente). Lo que sí he aprendido al final es que hoy en día sí podemos tener cosas en común con gente que vive allí mismo gracias a internet, a los libros , a las películas...quizás no tengo nada en común con un taxista chino de 50 años, pero con sus hijos puedo tener más de lo que me esperaba, y eso me hace pensar que ese país, a pesar de tener todos los problemas que he podido mencionar en mis entradas y los que todos sabemos sin que yo los cuente, puede ser una posibilidad más de futuro para la gente, un lugar más donde vivir, cuando hace algún tiempo todo el mundo pensaba de China como un pozo negro misterioso de fábricas baratas y personas sin cerebro. Y tener un lugar más donde vivir en esta vida es un aliciente para seguir creciendo en ella, y una razón para no cerrarnos a nada. Y no hablo ya del país, sino de la gente incluso. Me gustó mucho lo que dijo el padre de Miguel, el amigo con el que me vi a las dos semanas de estar aquí ( y que como dije, me invitó a mi primer pato laqueado a la Pekinesa, 烤鸭, kaoya), y con la que concluyo mi alegato de porqué pensarse en juntarse más a esta cultura "a mí los chinos antes me daban un poco de respeto porque no te atreves a interactuar con ellos. Pero cuando lo haces, ves que los hay buenos y los hay malos, son como todos los hijos de Dios que intentan hacer algo con su vida".
En cuanto a de lo que me ha servido mi estancia allí, al menos para de verdad mejorar mi chino, sí que ha valido, para obligarme a soltarme con el idioma, obligarme a pensar cosas que querría decir a cualquiera en la calle, en una tienda, o a un amigo, y a saber cómo estudiarlo mejor. ¿Dominarlo? Ni de coña, y si no, que me enseñen algún niño de los que envían a Irlanda un mes a aprender inglés que vuelva recitando a Yeats. Pues es mi caso: soy un niño en el chino, pero mi problema quizás es que siempre quiero decir cosas de adulto. Un poco como me pasó en español, vaya...bueno, todo esto es para recomendar la experiencia a todo aquel que quiera ir a China para meterse un poco más de lo que ofrecen los viajes programados para ver toda China y también porque tienes la posibilidad de conocer a la gente más a fondo de lo que te ofrece irte por tu cuenta (y me he encontrado bastantes personas que lo han hecho, y desde luego, todas han salido encantadas de la experiencia). Por si alguien se lo pregunta, yo fui a estudiar a la BLCU, Beijing Language and Culture University (北京语言大学, Beijing Yuyan Daxue), que tiene programas de 4, 5 y 6 semanas para verano, pero también programas más largos de meses y hasta años (lo cual, para cuando acabé mi carrera me estoy replanteando, pues aquí atrapan a todo aquel que sepa un idioma extranjero como inglés o español...yo lo dejo ahí). Quien tenga alguna duda o pregunta sobre cómo va, para él o un conocido o por simple curiosidad, no dudéis en preguntar. Como muestra de lo que de verdad creo que son las sensaciones que deja esta ciudad, mitad pueblo profundo chino mitad urbe seca que aspira a ser Ciudad del Mundo, dejo este vídeo que aunque sea de una compañía de idiomas y todo eso, refleja más o menos el espíritu del que hablo.
Por último, tengo que dejar constancia de lo que voy a 想 volviendo a España y dejando atrás en China...en realidad casi todo lo que conocí allí lo puedo volver a ver, con más o menos facilidad, aquí en Europa, pero nunca es lo mismo viviendo todos los días con ellos bajo un cielo neblinoso en una calle atestada de motocicletas y coches viejos y gente gritando en mandarín por todos lados. Y luego además, están con los que espero mantener contacto a pesar de que si que será difícil volver a verlos. Pero como comenté a un amigo discutiendo sobre la utilidad o no de las redes sociales: yo considero que son buenas porque me permiten no olvidar a la gente. No soy un elefante, y tengo una vida muy complicada en mi propia ciudad. Pero gracias a un simple tecleo y click en una web puedo ponerme en contacto con un amigo con quien tuve muy buenos momentos en un viaje, y que es perfectamente un contacto cuando , por designios del azar, el destino o la voluntad, vuelva a ver porque él venga donde yo estoy, o porque yo vuelva a donde él está. Nunca sabes cuando puedes necesitar una persona en el futuro, tanto por lo que sabes que puede hacer como simplemente por el cariño que la tienes y que quieres rememorar en un momento, así que si las redes sociales hacen acercarse a la gente que tienes lejos, yo las usaré (eso sí, a las de cerca, que no se me alejen ;) . Así pues, y aunque la mayoría no verá nunca este blog ni sabrá seguramente que los mencioné, quiero hacer constancia de lo mucho que significaron para mí. Por eso dedico este blog a Eileen, amiga de mi amiga Meirong, que me ayudó un montón al llegar a Pekín, a mis compañeros de clase, a mis profesoras, y a mis amigos dentro y fuera del aula, a Simon, a Hugo, a Teresa, a Lou, a Thomas, a Ksenia, a Cristina y Lucía (que las veré por aquí, si no se me alejan ;) , a Kayley, a Mike , a mi "miniembajada" italiana Federica, Ambra, Filommena y Martina, a Edoardo, a Daniel, a la chica francesa-china que nunca llegué a saber su nombre pero me ayudó con muchas cosillas, y, por supuesto, a las personas chinas que conocí allí y que me ayudaron tanto en muchas cosas para llegar a comprender esta cultura, a Alex (刘洋) a Jerry, a Eileen, a Sidney, y a todo el que llegó a encontrarme en su camino (menciono un hombre de negocios que conocí a la vuelta de un tren de Shanghai que llegó a pagarme el taxi de vuelta tras haber estado hablando todo el viaje, o la mujer que en el tren de ida se puso a enseñarme caligrafía). Y por último, obviamente, recordar a la gente que desde España seguía manteniendo un pequeño contacto conmigo y queme hacían abrir el tuenti cada día: a Dani, a Javi, a Héctor, a Laura, a mi familia, y a todos los que gastaron un poquito de su tiempo para saludarme o mandarme un mensaje alguna vez.
Quería hacer de este blog algo más largo y comentado sobre todo lo que veía...pero estaba muy ocupado viéndolo, vaya. Así que lo dejamos aquí. Si por alguna neura que me dé quiero retomar el hablar sobre la cultura y sociedad china en un futuro, lo retomaré ya que el formato (aunque el rojo daña los ojos, como ya me han comentado) me gusta, y si no, puedo variarlo, al fin y al cabo las cosas evolucionan. Y si alguna vez vuelvo a China, de seguro que lo retomaré para comentar muchas cosas que vea. Al fin y al cabo, tengo que mantener vivo mi segundo nombre, mi nombre chino, 鸥语 (Ouyu, "lengua de gaviota", pero curiosamente, "lengua" en el sentido de "idioma") y eso sólo se hace manteniendo vivas cosas como éstas. Os dejo como un recuerdito que me gustó mucho (no puedo poner todos, así que quien quiera ver más que me lo diga) unas fotos del parque olímpico con decenas de cometas volando alrededor por turistas de otras provincias con el típico cielo gris-neblina de Pekín (nada de contaminación - que la hay, ojo- sino mucha humedad).
¡Hasta pronto! 再见 (Zaijian)
风筝 (Fengzheng) - Cometas